31 maggio – 1 giugno, roma: festa dell’arte a monteverde (programma)

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vamos a jugar al jugo de juerga
llegas y se allana la llaga
quédate quieto y quita el quiste
de mis ojos
puedes libar
todo el asombro

el desastre seguirá
siendo aunque me acurruque en la duda
una otra madre y un purgatorio

Si la rincón de la luz no tiene razón, el viento es una ventana maravillosa.

he limpiado las cagadas de pájaro de la azotea
en esta casa que no es mi casa
hay más silencio
le agradezco a los kilómetros la conciencia
del amor con perspectiva
he limpiado el baño
he pensado en los gatos que no están
en cómo se revuelcan con el olor de la lejía
agradezco a este destierro
su pizca de huida y
la presencia de fantasmas sin asuntos por zanjar
espectros deslavazados
que se quedan y me cuentan
me piden se tumban por las noches
al lado de mi cuerpo transparente
se sientan en la escalera
juegan a tomar mi mano mientras
escribo cocino me masturbo abro
un caramelo de café
he limpiado esta casa sin poso
este tiempo de lectura
esta nube de moscas
el guano que he recogido
fertilizará la tierra
del esqueje que arrebaté a la oficina
él sí ha echado raíces

Editorial Érase una vez en Costa Rica rompe barreras en Alajuelita

Editorial Érase una vez en Costa Rica rompe barreras en Alajuelita
San José, 27 may (elmundo.cr) – El pasado viernes 23 de mayo, el escritor y pintor, Freddy Villalobos Chinchilla, presentó su libro de poesía “Los días sucios a once grados latitud norte”, en un emotivo recital en la Galería Vilchin de Alajuel [...]

#Alajuelita #Cultura #EditorialÉraseUnaVezEnCostaRica #FreddyVillalobosChinchilla #Poesía

https://elmundo.cr/cultura/editorial-erase-una-vez-en-costa-rica-rompe-barreras-en-alajuelita/

<<Lo que hace al humano es su afán
en doblegar a la naturaleza.
Pobres humanos,
no saben
que son animales salvajes
vestidos por normas sociales.
Cazándose los unos a los otros.
Dale a un hombre un arma y te dirá la verdad.>>

Roberta Marrero, poema LXIII, Derecho a cita.

la jacaranda del escampao
la buganvilla que se derrama por el muro
el seto de mirto huyendo
de la geometría
las malvas entre los cascotes
el avance de la madreselva
no piensan en el sol que se avecina
estallan
como revienta lo vivo sin objetivo
solo nosotros
maestros carceleros
anticipamos su final
ahora que nos empiezan

apunta la referencia:
esto no lo dijo nadie,
pero a todos nos afecta.

me interesa lo que pasa
en el espacio hueco de los muros
el secreto del pladur
el espasmo al atisbar por los enchufes
los cables las termitas
el calor coagulado la lluvia
el eco de las voces los secretos
de la casa un fajo de billetes
serrín de yeso un bote de colmillos
chupetes postales baratijas
tuberías osamentas alfileres
imagino lo que pasa de largo
la pared de edificios en ruinas
lo que quedó sin función
oculto
más vivo que cuando era
la cueva y la tumba
de las gentes que no miran
más allá de sus despojos

el síndrome del ciudadano
ejemplar
en peligro se dispersión
tan obediente
que aún cree en el destino

dejar hueco
no explicar a los ausentes
lo que queda cuando se marchan
dar la espalda a los lugares
en los que no llegamos a ser
abrir hueco
para que anide el oráculo añil
con su ofrenda furtiva
colgando del pico
permitir que el vacío se asiente
en la hornacina de la conciencia
despertar sin culto
intentar el silencio

nombrar sin imponer
el nombre a lo inefable
recorrer la escarpa sin pensar
en el vacío de lo conocido
la lengua horadando el intento
deteníendose donde no hay
colmillo ni territorio
jugando a ser pastor y rebaño

a pesar de las altas presiones
en esta realidad de superficie
soy capaz de la alegría
de excavar en los silencios
y de tener el tiempo encendido
en lo cóncavo del deseo

soy un ser hecho de historias
un hacer que se repite
la apariencia de un hombre
silueta recortada
un jirón de tela roja
ondeando en una zarza

El mar es la muerte reanimada,
se mueve y tironea, nos muerde
los tobillos, nos acuna
y nos susurra la nana de los iguales.
Acabaremos pulpa tras el nado,
no habrá más brazadas,
mientras tanto nos libera del peso,
nos da sentidos de punta,
nos alimenta de sal y nos baja
el patrón del cielo para calcarlo
en el fondo de nuestra piel.
El mar es la vida con heridas,
muy pocos saben ahogarse,
sucumbir, casi nadie entiende
las mareas y los naufragios.
Parece un privilegio la vida seca,
pero es un espejismo, un bastón,
para no acercarnos antes de tiempo
al sudario de algas, una boya
hasta que encuentren un cadáver
espantando a las gaviotas.

Atiendo este cansancio
de luz que ayer pudo
arrastrarse y retozar
entre la lengua materna
de los que se desentienden